miércoles, 25 de agosto de 2010

Leyendas del mundo Wichí







Leyendas del mundo Wichí       
Nilataj y Ajataj
http://www.nayik.com.ar/dibujosLeyendas/nandu.jpg  Ajataj es el Dueño de los ajat, el padre de los espíritus peligrosos.
Según dicen, Nilataj y Ajataj decidieron formar en dos años el mundo. En ese tiempo crearon todas las cosas.

Un día Ajataj le dijo a Nilataj:
-Hay mucha riqueza.

  Nilataj pensaba lo mismo. Subieron al cielo, cada vez más arriba. Hasta que Ajataj se arrodilló delante de Nilataj y  dijo:
-Ninguno de los dos ha ganado. Vamos a vivir juntos.

  Llegó, por esa época, un hombre muy hechicero. Se llamaba Jayawu y de él proviene el poder de los hechiceros actuales.
  Surgieron muchos y diferentes ajat y el mundo se fue haciendo cada vez más grande.
  Ajataj y Nilataj vivían juntos y Ajataj comenzó a colaborar con Jayawu. Jayawu podía curar el mal, las enfermedades, pues su poder era muy grande. Estas enfermedades tenían sus propios espíritus: el Tijnaiaj, la peste, el Kasitaj, la tos, el Tisnak, el mal de ojo, Notokuechá, la tuberculosis, Letek Aitaj, dolor de cabeza y Tuluchá, mal de los riñones.
  Poco después de la llegada de Jayawu llegaron Chekosec, el cuervo, y Ajunchaj, el carancho. Y también el búho y la lechuza. Todos querían hablar con el hechicero.
  Por es época nació Tokjuaj. El mundo estaba lleno de enfermedades y, cuando Tokjuaj conoció el trabajo de Jayawu, le pareció bueno.
 Entonces le preguntó cómo se llamaba el padre de los espíritus peligrosos, pero Jayawu no quiso decírselo. Tokjuaj se transformo en Ajataj y Nilataj le dio poder.
  Comenzó a tratar las enfermedades. En lugar de guardarlas, las echaba afuera y preparó un gran fuego para eliminarlas. Por eso los ajat sufrían mucho. Ellos se querían esconder y Tokjuaj los encontraba y los sacaba afuera. Después los hacía seguir con el fuego.
  Tokjuaj, viendo que Jayawu tenía el poder de Nilataj, comenzó a hacerle brujerías.
  Cuando el Ajataj llegó desde su planeta encontró que lo que él había creado era un desastre. Tokjuaj, enterado de su vuelta, se escondió, metiéndose en el fuego. Ajataj daba vueltas alrededor del fuego pero no podía encontrar a Tokjuaj. Poco después encontró a los ajat. Se reunió con ellos y éstos le dijeron que el autor del desastre era Tokjuaj.
  El hombre Mal de Ojo estaba sentado debajo de un árbol. Tenía los ojos hinchados, porque si te toca te duelen los ojos. El Dolor de Cabeza estaba con él.     De pronto Tokjuaj se les apareció. Y les empezó a pegar con un garrote que traía.
  Las pestes no tuvieron mas remedio que irse a otro lugar, ya que eran tremendos los golpes que les daba Tokjuaj.
-Yo trabajo con Dios -dijo Tokjuaj.

  Nilataj les encomendó entonces la tarea de ir a repartir pan entre la gente que habitaba en una estrella lejana. Pero Tokjuaj, en vez de dar el pan, lo vendía. Lo cambiaba por pescado o por miel. En esa tarea estaba cuando una joven llegó a preguntarle si era él el que vendía el pan. Se trataba de Katés, la mujer estrella. Era rubia y tenía por marido a Wela, la luna.
Tokjuaj le decía:
-Yo te doy el pan y a la noche te vienes a dormir conmigo. 
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  Pero Katés se negaba. La luna, entre tanto, no se enteró de nada.
Tokjuaj, muy enojado ante el desprecio de la mujer, la golpeó. Luego le robó la corona y todas las joyas, sin importarle nada de los llantos de Katés. Después subió al cielo. Pero dicen que cuando llegó la puerta estaba cerrada.
Fue allí donde se le apareció Nilataj. Tokjuaj se arrodilló y le dijo:
-Regalé el pan.

Nilataj le respondió:
-Yo te estuve viendo. Ya no vas a vivir conmigo.

Y lo mandó al río.

  Mandó diez bolsas de arena y ordenó a Tokjuaj contar los granitos de arena.
Así lo hizo Tokjuaj. Poco a poco iba amontonando los granos que contaba. Pero dicen que cuando estaba por terminar vino viento y desparramó toda la arena.
Tokjuaj tuvo que empezar de nuevo.
  Nilataj no perdonó nunca a Tokjuaj. Entonces regresó al planeta donde estuvo repartiendo pan y allí se transformó en un ser con alas. Y encontró muchas mujeres que no habían conocido hombre. Entre ellas había una princesa. Ella le dijo que trabajaba con Nilataj.
  Tokjuaj se encerró con ella y trató de poseerla. La joven se resistía y gritaba. En eso apareció el padre y Tokjuaj escapó, saliendo por la ventana.
  El padre de la princesa era Wela, la luna llena. Al ver lo ocurrido salió a perseguir a Tokjuaj.
  Cuando éste iba llegando arriba, al lugar donde vivía Nilataj, vio que se le iban cayendo las alas.
  Comenzó a caer dando grandes gritos. Abajo había un profundo pozo preparado para recibirlo. Tokjuaj iba directamente a él. Pero dicen que tardó mucho en caer. La caída duró como cinco meses. Pero ya no le quedaban alas y al final llegó.
  El pozo era oscuro y de gran profundidad. Tokjuaj se transformaba en lechuza y revoloteaba adentro, buscando salir, pero al poco tiempo se le salían las plumas y volvía a caerse.
  Después se transformó en chajá. Así quedo y ya no volvió a caerse. Entonces pudo llegar arriba y salió del agujero.
Afuera escuchó la voz de Nilataj que le decía que ya ni iba a poder subir al cielo nunca más.
  Tokjuaj se fue a otras regiones.

Y ahí termina esta historia.

Carlos Ortiz. 
El Origen de las Estrellas
  Dicen los más antiguos que las estrellas fueron en un principio miles de mujeres. Un día decidieron subir al cielo. Primero una, después otra, hasta que llegaron todas.
Se las veía con unas túnicas de radiante blancura y todas estaban coronadas. Es ésa la causa del brillo que tienen por las noches.
Wela, la luna, había sido un hombre muy bello. Al verlas, las llamó una por una. Todas se le peleaban por estar con él. Así fue cómo las estrellas tuvieron hijos con él. Wela se había propuesto tener miles de hijos para que todos pudieran verlos desde abajo, y lo consiguió. Es por eso que vemos tantas estrellas en el cielo.
  Poco después las estrellas comenzaron a dividirse. También se juntaban y formaban nuevos matrimonios. De uno de ellos nació el Rey,llamado Katés Lokue, que fue el Lucero o Estrella Grande.
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Por ese mismo tiempo, dicen, Wanloj, el ñandú, fue corrido por un perro. En su carrera pasó por el corral de las Siete Cabrillas, Pacheslay. Así fue cómo abrió un camino que hasta ahora puede verse en el cielo. Es Nayik, que significa "el Camino".
Todas las estrellas adoraron al Lucero, que era el Rey.
Ésta es la historia de las estrellas.
 
El Origen de la Constelacion del Suri
http://www.nayik.com.ar/dibujosLeyendas/suri.jpg  Un día, Tokjuaj andaba a caballo y decidió subir al cielo porque le gustaban las mujeres estrellas. Llevaba con él un perro baqueano y cuando vio los suris comenzó a correrlos.
  Por eso ahora podemos ver en el cielo el perro y los suris. A Tokjuaj no lo vemos porque nunca se transformó en estrella.
 
l Origen del Fuego
http://www.nayik.com.ar/dibujosLeyendas/hornero.jpg  Aunque el hornero era muy trabajador, le gustaba mucho reírse. Construía su casa, vivía allí un tiempo y luego la vendía.
   Los otros animales hacían fiestas y no invitaban al hornero porque creían que se iba a reír de ellos. Estos animales eran la tortuga, el quirquincho, el pichi, el suri o ñandú, la chuña, el conejo, el coy y la abuelita araña. Iban a comer a lo de Itoj Pajla, el Hombre de Fuego. Un día el hornero los alcanzó. Pero la avispa le pidió que por favor no se fuera a reír porque el Hombre Fuego se enojaría.
  El Itoj Pajla estaba sentado y cada uno de los animales le pasaba una olla. Él las ponía de a una sobre sus rodillas y de este modo el agua de la olla no tardaba en hervir.
  El hornero estaba alrededor del Hombre de Fuego junto con los otros animales. El suri abrió sus alas y tapó al hornero, temeroso de que riera, aunque el hornero le había asegurado que no lo haría.
Había un gran silencio en el lugar. El hornero contempló al Hombre de Fuego que tenía todo el cuerpo cubierto de fuego. Cuando vio los testículo colgando también con fuego, no pudo contener la risa. -¿Quién se ríe de mí?-quiso saber Itoj Pajla. Como nadie le respondía, dijo:
-Ahora se va a quemar todo el mundo.
  Y comenzó a largar fuego mientras todos huían. El fuego se extendió por todas partes, persiguiendo a los animales. La tortuga alcanzó a meterse en el agua y el fuego le pasó por encima. Los demás corrían hacia el mar. El suri y la chuña fueron los primeros en llegar. Parecía que el fuego ya alcanzaba a los otr
http://www.nayik.com.ar/dibujosLeyendas/tortuga_1.jpgos, pero también llegaron a tiempo y pasaron al otro lado del mar.
  El hornero tenía culpa de eso, pero hasta hoy sigue riéndose.
  La tortuga se quedó en el agua, convirtiéndose en tortuga de agua.
  Antes la gente no tenía fuego. Solo Itoj Pajla lo tenía. Pero luego del incendio el fuego quedó en los árboles. Si el hornero no se hubiera reído no tendríamos fuego.

Carlos Ortiz
 
La Risa del Hornero
  Había un hombre que plantaba zapallos, y ese hombre era el sol.
Había gente que iba a pedirle zapallos, y otros que le llevaban zapallos para que los cocine con su fuego.
  Los que iban ante el sol eran todos los pájaros.
Los pájaros no querían que fuera allí el hornero, porque sabían que se iba a reír del sol.
  Pero el hornero fue. Los otros pájaros le habían llevado ese día zapallos para que los cocine.
  Cuando el hornero vio al hombre-sol echar fuego por atrás, no pudo contener la risa.
  El sol se enojó mucho, y arrojó fuego contra los pájaros.
Todos huyeron muy asustados rumbo al río, y el sol los perseguía.
  El hornero se guarneció dentro del horno que es su nido, pero se calentó tanto por el fuego que echaba el sol que salió colorado.
Y así quedo hasta hoy.

 
Robustiano Fernándes
El Origen de las Mujeres
  En otro tiempo todos eran hombres porque aún no existían las mujeres. Ellos vivían en el monte y acostumbraban a encender el fuego y a sentarse a su alrededor. Para alimentarse mataban quirquinchos y los ponían a asar. Antes de ir a dormir dejaban los restos para el día siguiente, pero al despertar comprobaban que se los habían robado.
  Decidieron entonces dejar a alguien para que vigilara en su ausencia y el loro se ofreció a hacerlo. Todos se fueron a sus tareas y el loro se quedó vigilando. De pronto escuchó un ruido que venía de arriba y apareció una escalera. Empezaba en el cielo y llegaba hasta la tierra. Por ella bajaron las mujeres. Se sentaron alrededor del fuego y luego de calentar su comida se la comían. Cuando quedaron saciadas sacaron la chagua y comenzaron a hacer cordeles.
  El loro, que las había espiado durante todo ese tiempo, comenzó a arrojarles hojas de árbol. Una hoja cayó en la pierna de una mujer, que levantó la vista y lo vio. Inmediatamente decidieron apresarlo porque no querían que las delatara ante los hombres. Lo llamaron con engaños y el loro accedió a bajar y a sentarse con ellas. Una de las mujeres le convidó una fruta amarga que le quemó la boca. La lengua del loro quedó negra y ya no pudo hablar.
  Al día siguiente, al ver que el loro estaba mudo y no podia contar nada, los hombres decidieron dejar al cuidado de la comida a Chalejantaj, el águila. Sucedió lo mismo que la vez anterior. Bajó del cielo una escalera y por ella llegaron las mujeres y se sentaron a comer. El águila, que se había transformado en tronco para que las mujeres no lo descubrieran, volvió a su forma original y, volando hacia la escalera, la cortó.
  Entonces comenzó a reírse y decía:
-Ja, ja. No van a poder ir muy lejos porque voy a gritar.
Las mujeres se asustaron y se escondieron debajo de la tierra. Tenían el pelo largo y eran muy hermosas.
Los hombres escucharon el águila y corrieron al lugar. El quirquincho tenía el pene muy largo y en el apuro se lo pisaba y caía. Empezó a cavar. Sacaba una mujer y se la entregaba al hombre mas cercano.
  La mujer que le toco en suerte al águila era muy hermosa. Pero el águila les aconsejaba que no se acercaran a ellas porque comían con la boca y con la vagina y ésta tenía dientes.
  Los hombres se pusieron de acuerdo en buscar a Tokjuaj para que fuera el primero en dormir con ellas. Esa noche Tokjuaj durmió con una y vio que la vagina tenía dientes. Entonces transformó en piedra  su pene y cuando la vagina quiso morderlo se le rompieron todos los dientes.
  Por eso las mujeres tienen hoy un sólo diente en la vagina, el clítoris.
Y debieron quedarse en la tierra para siempre debido a que el águila cortó la escalera.
  Como antes todos eran hombres, eran ellos los que tenían la menstruación. En esos días no podían andar y se quedaban sentados haciendo flechas. Desde que llegaron las mujeres la menstruación de los hombres terminó y solamente la tuvieron las mujeres.
  Cada hombre durmió con dos mujeres. Y, hasta nuestros tiempos, suele suceder que los hombres tengan dos mujeres.

Delfina Rosillo y Andrico Giménez


Como se hizo la tortuga
http://www.nayik.com.ar/dibujosLeyendas/tortuga_2.jpg  Dicen que en esos tiempos había un viejito. Tenía una casa de material. como era muy guapo, todos los años cosechaba mucha fruta. El viejito tenía un amigo que era la vizcacha. El vizcacha era panadero. Hacía mucho pan y lo vendía. Por eso hasta hoy en las vizcacheras hay leña en la puerta, porque para fabricar el pan el vizcacha debía acarrearla en grandes cantidades.
   Un día Tokjuaj fue a pedirle sandía al viejito. El viejito no quiso darle.
-Está bien, me voy- dijo Tokjuaj.
  El viejito entró a su casa. Tokjuaj siguió caminando y, cuando había hecho unos cincuenta metros, mandó con su poder que se le cayera la casa encima al viejito. La casa se vino abajo y él quería salir pero no podía. Sólo sacó la cabeza y las patas. El piso le cayó encima del pecho y sólo le quedó la parte de abajo. Por eso las rayas que la tortuga tienen arriba son los ladrillos que le cayeron por el poder de Tokjuaj.
  Cuando el viejito sanó, ya no se podía parar. Así quedó hasta hoy. Por eso la tortuga anda siempre con la casa pegada.
  Este fue el castigo po no haber querido darle las sandías a Tokjuaj. Era un viejito y luego se transformó en tortuga.

El Dueño del Agua y el Dueño de los Peces
http://www.nayik.com.ar/dibujosLeyendas/pez.jpg  Chilaj es el Dueño del Agua y socio del Dueño de los Peces.
El Dueño de los Peces le decía a Chilaj:
-No tengo dónde guardar mis animales. Por favor préstame el agua.
  Pero Chilaj mezquinaba el mar y lo recorría constantemente de punta apunta. Para estar en cualquier parte le bastaba con decirlo, porque era como un espíritu.
  Dicen que el Wajatnoel -así se llamaba el Dueño de los Peces- era mitad pez y mitad hombre. Andaba muy preocupado por no tener dónde guardar sus peces porque se le iban muriendo. Estos peces eran: ballena, dorado, bagre, surubí, pacú, cuchara, palometa y otros.
Finalmente Chilaj consintió en que Wajatnoel se los mandara para guardarlos en el agua.
http://www.nayik.com.ar/dibujosLeyendas/serpiente.jpg  Un día Lawo, la serpiente Arco Iris, quiso probar pescado. Quería comer surubí. Y mandó al zorro a pescar, pero el zorro se robaba los pescados.
Chilaj y Wajatnoel no querían que nadie pescara. Por eso Chilaj se fue a recorrer el agua para impedirlo. Pero vio que faltaba el agua y, como Lawo es quien la envía, convenció al Dueño de los Peces para que, a cambio de ella, dejara a la Serpiente Arco Iris sacar algunos peces.
  Lawo mandó entonces de nuevo al zorro pero Wajatnoel no lo dejaba pescar. Finalmente oyó los ruegos de Chilaj y Lawo y permitió que llevara algunos peces a la Serpiente Arco Iris.
  En un primer tiempo el agua estaba en el yuchán, hasta que se fue extendiendo y dio la vuelta al mundo. Dicen que un huevo de pez cayó en el yuchán. Era el dorado. Lo criaron con mucho cuidado y no querían que nadie lo pescase. Chilaj se adueño de él
y también del yuchán. Y estaba siempre vigilando al dorado, que se había puesto grande.  Tokjuaj se enteró y lo flechó.
  Dicen que antiguamente el mundo se inundó y tapó al yuchán grande. Y fue entonces que nació ese hermoso pez que brillaba. El Dueño de los Peces se apropio de el y lo cuidaba. También Chilaj lo cuidaba. A veces tenía que irse y dejaba al tigre vigilando. Ahioj Pajla, el tigre, es cazador. Cazaba y le tiraba carne al dorado.
 
El Gran Yuchán
  Antiguamente el agua, que era el mar, estaba adentro de un palo borracho grande. Esto era muy al principio. Ahí nació Lawo, el Arco Iris, y un pez: el dorado.
  Mucha gente pasaba por ahí, pero les estaba prohibido pescar el dorado. Por esa época pasó Tokjuaj con sus flechas. Sacó una y flechó al pez.
  El yuchán se partió y se inundó  el mundo. Tokjuaj trató de escapar corriendo, pero el agua lo seguía. Dos meses corrió con el agua atrás. Quiso transformarse en pez, pero los peces también lo perseguían. No había forma de escapar. Entonces se transformó en chajá.
  Voló muy arriba, hasta que se le cayeron las plumas y comenzó a caer. En su caída
http://www.nayik.com.ar/dibujosLeyendas/murcielago.jpg muy profundo. Tokjuaj se transformó en murciélago, y mientras estaba tratando gritaba: "Me transformaré en mortero". Y cayó adentro de un pozo. Este pozo era de salir, vio a una víbora muy grande que quería tragárselo.
  Por fin escapó. Pero el viborón le pudo agarrar una punta del ala. Y se enredó en una tela de araña. Tenía hambre y no sabía que hacer. Entonces se le ocurrió chupar sangre. Desde entonces el murciélago chupa sangre. Le chupó al anta y a las corzuelas. Hasta que el tucán empezó a perseguirlo. Tokjuaj se asustó y se escondió en el gajo de un árbol grande. El tucán golpeó el árbol con su pico y se partió la cabeza de Tokjuaj. Quedo muerto en el piso, en forma de murciélago.
  El agua que salió del yuchán formó el río Pilcomayo. Las vueltas que da el río Pilcomayo son el recorrido de Tokjuaj huyendo del agua.
Tokjuaj corrió durante dos meses.

Carlos Ortiz 
 
Historia de los Peces
  Dicen que antiguamente corrió un viento muy fuerte que trajo lluvia. El agua cayo en un lugar bajo. Con el viento vinieron unas mojarritas. Éstas comenzaron a crecer hasta que fueron grandes. Entonces vino Tokjuaj y dijo: "No puede ser que haya una sola clase de peces". Juntó a todos y les fue poniendo diversos nombres. Con su poder decía: "Éste se va a llamar bagre, éste pacú, éste palometa, a este le  pondremos surubí. Y así con todos. Los peces comenzaron a dividirse en parejas.
Luego tomo un palo y comenzó a arrastrarlo por el camino. El palo hizo una huella y el agua lo seguía. Tokjuaj levantó el palo y, dandose vuelta, miro hacia atrás. -¿Por qué será que el agua me sigue?-dijo. Voy a dejar las cosas como estaban antes. Y regresó por otro camino, pero el agua lo seguía. Tokjuaj estaba afligido.
  Los peces crecieron mucho y  comenzaron a tener crías. Cada vez había mas peces. Cuando la gente se entero, quiso pescar. Todo el tiempo estaban flechando y sacando peces. Ya eran muchos los que comían asado de pescado. El viento llevo hasta Tokjuaj el humo de la grasa. Decidió ir a que le convidaran, pero el agua lo seguía, y cuando los pescadores vieron lo que pasaba salieron corriendo.
  Tokjuaj siguió andando hasta que se canso. Subió entonces a un árbol grande. Este era un sauce. Como el sauce siempre esta a la orilla del agua, pensó que había muchos peces. -Voy a entregar los peces a los pescadores y luego me transformaré en cóndor. Los collares que tiene el cóndor en el cuello son los que llevaba puestos Tokjuaj. Y Tokjuaj, que no sabia que hacer pudo así escapar volando del agua.
FACUNDO Y ÀLVARO

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